Francis responde -20

Francis Lucille

Querido Francis,

  1. La experiencia es que parece que solo hay una localización aproximada para este “yo” que solía llamar “mi/yo”. Este “yo” existe como espacio que aparece tanto vacío como lleno - ya no puedo encontrar este “mi/yo” . ¿Puedes decir algo más sobre esta dicotomía vacío/lleno’

  2. Esta pérdida parece un bienvenido alivio/liberación, sin embargo esta experiencia es también de una gran vulnerabilidad que a veces puede acentuar ciertas características que quedan de mi carácter. Esta impotencia a veces parece extraña. Me siento como uno de esos caracteres de dibujos animados que quedan colgados en el aire de un precipicio y continúan corriendo aunque saben que no hay tierra firme por debajo… Supongo que imaginaba que esta pérdida de “mi” crearía mágicamente de “esta vida”, un estado de más éxtasis y equilibrio. Sospecho que esto continúa evolucionando… ¿alguna pista basada en tu experiencia?

Con todo afecto,

Michael

  1. Si lo describes como inmensidad, o como plenitud o como vacío, todavía estás superponiendo cualidades objetivas sobre lo que no es un objeto. En sus enseñanzas el maestro puede usar por ejemplo tales palabras e imágenes calificativas, pero nunca son definitivas. Su objetivo es la eliminación de otras superposiciones preexistentes, por ejemplo la palabra “plenitud” se usa para eliminar la objetivación preexistente en el discípulo del Ser como “vacío”. Por lo tanto es normal que te encuentres con la aparente “dicotomía” cuando intentas describirte a ti mismo y a otros la realidad de tu experiencia.

  2. ¿Cómo puedes decir que has perdido tu “mi/yo”, si tu “mi/yo” está muy presente en este momento, consciente de estas palabras que estás leyendo? Si estás diciendo que hay dos “mis/yoes”, el “yo” que percibe y el “mi/yo” que solías percibir y se ha perdido, obviamente tú eres el primero, porque el segundo ha desaparecido y ya no es un candidato válido a ser “tú”. El problema es que en cualquier momento hay muchos otros candidatos en potencia para ser tú (todos objetos percibidos). Lo que sería interesante es no perder tu “mi/yo”, sino encontrarlo de tal manera que invalide para siempre a todos los demás candidatos potenciales, y habiéndolo encontrado, establecerte firmemente en él, en su conocimiento, en su amor, y en su percepción en todas las formas materiales y sutiles. Sólo en el descubrimento de tu verdadero Ser y el consecuente establecimiento en él puedes encontrar la paz y felicidad que buscas, no es la pérdida de una de tus identidades falsas.

Con afecto,

Francis

Traducido por Carmen Areitio

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