En cierto sentido, Dios ha vuelto. - Francis Responde - 112

Francis Lucille

Querido Francis, En “Eternidad Ahora” hablas de que no existe prueba alguna de la existencia de un mundo material exterior a la consciencia y de que el cuerpo, junto con todo el resto del mundo, está hecho de percepciones sensoriales. Si algo es percibido ¿no tiene entonces una cierta “realidad” propia para poder ser percibido? Si algo fuese encerrado en una cripta oculta durante 100 años; podríamos saber, por los testimonios de los testigos oculares, que se trata del mismo objeto cuando es descubierto 100 años más tarde. Nuestra inteligencia nos dice que ha permanecido en la cripta durante ese intervalo, ajeno a cualquier percepción consciente por alguien. ¿No prueba esto que ha existido “fuera de la consciencia” durante 100 años? De forma similar, si todos los seres vivos de este planeta murieran en este justo momento sabemos por experiencia que ciertos objetos tienen todavía el potencial de existir aunque en ese momento, no habría ningún ser consciente para observarlos. También, todo el mundo estaría unánimemente de acuerdo, debido a nuestras percepciones sensoriales, en que el metal es duro y la lana blanda, así que ¿de donde proviene este acuerdo sobre esta diferencia si estos objetos no tienen una realidad objetiva? Estaría agradecida si pudieras clarificarme estos puntos. Gracias Francis.

Querida Sandra,

Estoy de acuerdo en que si algo esta siendo percibido debe de tener alguna realidad propia. ¿Qué pasa con la naturaleza de esta realidad en ausencia de percepción?

Una primera posibilidad la constituye la experiencia de los sueños. El ejemplo que describes podría ser parte de un sueño, del cuando te despiertas te das cuente de que los 100 años en realidad han durado 30 segundos y que el cofre, su contenido y todos los testigos se han evaporado completamente. En este caso también los testigos estarían de acuerdo en que el diamante en el cofre es brillante y duro. Este acuerdo inter-subjetivo no demuestra por lo tanto la existencia continuada de los objetos cuando no están siendo percibidos. La realidad del objeto percibido es la consciencia que lo percibe. (Proposición A) La conciencia se define como aquello, sea lo que sea, que percibe verdaderamente estas palabras en este justo momento (Definición 1)

Una segunda posibilidad, la que tu sugieres, y que es la comúnmente admitida en nuestra cultura, es que un objeto físico tiene una existencia continuada en una realidad externa llamada universo. De acuerdo con este punto de vista, este objeto esta hecho de partículas o paquetes de ondas que bailan juntas una danza que dura tanto como dure la existencia de los objetos. De la misma forma que un remolino en un río no tiene una existencia independiente del resto del río, esta danza es simplemente una convergencia local de fuerzas universales, una expresión de la realidad universal subyacente, sujeta a sus leyes. De acuerdo con esta visión la danza que es percibida y los instrumentos a través de los que es percibida (órganos de los sentidos, nervios, cerebro, cuerpo) son todos objetos de este universo, siendo el objeto que baila percibido por un observador que baila en un “pas de deux” organizado por su realidad común subyacente y gobernada por sus leyes. La realidad del objeto percibido y del objeto que percibe es la misma realidad universal. (Proposición B)

¿Existe alguna forma de reconciliar estas dos perspectivas aparentemente irreconciliables? La respuesta es si, y puede ser formulada como sigue:

La consciencia es la realidad universal. (Proposición C)

Enfoquémonos ahora en la proposición C. La principal objeción a esta proposición es que existen una gran cantidad de pruebas de que la consciencia es particular, separada, dependiente de un cuerpo, localizada en el espacio y el tiempo y por lo tanto no cumple el requerimiento de universalidad de la proposición C. Si examinamos las pruebas con más detenimiento, descubrimos que la consciencia particular, separada, local, limitada, y dependiente del cuerpo es aquella cuya presencia es inferida en los seres sintientes a partir de nuestra interacción con ellos. Un ordenador que contestase a nuestras preguntas de acuerdo con un programa muy sofisticado (uno que superase el test de Turing de Inteligencia Artificial) podría engañarnos y hacernos creer que estábamos interaccionando con un ser consciente y que podría ser llamado consciente porque cumpliría todos los criterios objetivos de la consciencia inferida u objetiva. Tal consciencia podría ser considerada local, limitada, etc.…por la simple razón que se infiere que está presente en un cuerpo localizado, limitado, sintiente. Sin embargo, la consciencia inferida no cumple las condiciones de la conciencia subjetiva o real de la Definición 1. La consciencia real es experimentada como sujeto; mientras que la consciencia inferida es experimentada solo como un fenómeno objetivo que aparece en un cuerpo. La identidad entre la consciencia real y la inferida nunca es experimentada. Se asume que es así sin ninguna prueba experimental que lo apoye. Esta asunción es de hecho bastante simple e infantil. Imagínate a un viajero en el tiempo que venga desde la época de los Neandertales y aterrice en nuestro salón mientras estamos viendo en la tele el show de Jay Leno e intente liberar al pobre Jay de la pantalla en la que cree que es mantenido prisionero, ignorando que el mismo show esta siendo visto simultáneamente por millones de personas en diferentes lugares y que el verdadero Jay no reside en el aparato de TV, sino en algún lugar en Beverly Hills o Malibu (otra asunción). Su presencia en el aparato es solo un inferencia, no es real. De forma similar, la presencia de la consciencia en un cuerpo limitado es siempre una inferencia y nunca un experiencia. Una vez que Jay ha sido liberado del aparato de TV y la consciencia del cuerpo mediante al comprensión de que nunca estuvieron allí, la objeción mas fuerte a la Proposición C ha quedado eliminada. Por lo menos el visitante Neandertal tendría probablemente alguna razón en su intento de rescatar a Jay de su cárcel, pero no hay ninguna circunstancia atenuante para el ignorante que cree que la consciencia está localizada en el cuerpo sin la más mínima prueba que lo apoye.

Veamos ahora algunos corolarios de la Proposición C:

  1. No es necesario escoger entre las Proposiciones A y B. Ambas son igualmente válidas bajo la Proposición C.

Esto contesta a tu pregunta.

  1. La realidad física de la proposición B es a menudo considerada (sin motivo) como mineral, indiferente, falta de amor, belleza o inteligencia. La materialista es una perspectiva de pesimismo y desesperación. La eternidad y la infinitud de la realidad mineral tiene la temperatura del espacio intergaláctico. La consciencia, siendo idéntica con esta realidad, introduce en el cuadro el calor de la inteligencia, el amor y la belleza. En cierto sentido, Dios ha vuelto.

  2. La consciencia es experimentada subjetivamente como la realidad de nuestra experiencia humana, el trasfondo inmutable de todas las percepciones cambiantes. Dado que hay una sola realidad, es solo natural que esta realidad subjetivamente experimentada sea idéntica con la realidad absoluta de todas las cosas y seres, Hay muchos más corolarios. Te los dejo a ti para que los descubras como ejercicio.

Afecto,

Francis

Traducido por Pedro Brañas

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