Dios en la plaza - Francis responde - 88

Francis Lucille

Estimado Francis,

En la respuesta 76 dijiste, “Sólo hay una consciencia. Tu consciencia, mi consciencia y la consciencia de Dios son la misma consciencia que es la sustancia de todas las cosas…” ¿Implica esto que Dios es un ser con una mente? ¿Y que esa mente contiene el huevo que estuvo enterrado seis meses? ¿No es eso equivalente a decir que la realidad objetiva es real? ¿Que existe este o no siendo observada? Lo que dices me recuerda los famosos pares de ‘limericks’ (quintilla jocosa) que resumían la filosofía idealista de George Berkeley: Había un joven que dijo “A Dios le debe resultar muy raro - Pensar que el árbol - Continúe existiendo - Cuando no hay nadie en la plaza” … Ronald Knox “Estimado Señor: su asombro es extraño; yo siempre estoy en la plaza. Y por eso el árbol Continuará existiendo Ya que es observado. Sinceramente, Dios”… Anónimo. Stanley

Estimado Stanley,

Gracias por compartir los ‘limericks’. Me temo que hemos perdido el arte del debate elegante e ingenioso en algún lugar del camino hacia el siglo XXI.

Cuando digo que tu consciencia, mi consciencia y la consciencia de Dios son la misma consciencia , esto no implica que Dios sea un ser con una mente. Estoy diciendo que la consciencia es universal, que el propio cosmos es consciente de todos los seres, y que esta consciencia cósmica es la realidad, la sustancia de la totalidad de lo que existe incluyendo, pero no limitada a, la existencia material. El huevo que estuvo enterrado durante seis meses no tiene una existencia empírica independiente de la consciencia, lo que es equivalente a decir que la consciencia es la realidad del mundo objetivo. Cuando la realidad objetiva no es observada, “retorna” a la consciencia que nunca dejó. En otras palabras, la consciencia pura es la forma de existencia del mundo entre observaciones (¿o debería decir “medidas”?). Es el Dios en la plaza, cuando el/ella/Eso sueña la plaza. Cuando Eso abandona la plaza, la plaza se disuelve. Eso permanece.

Con afecto,

Francis

Traducido por Carmen Areitio

Index